La porqueria de esposa que tengo me hizo amante del BDSM
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No me considero un pervertido y de un hecho, todas mis relaciones habían sido bastante normales, hasta que conocí a Diana y todo cambio. Desde las primeras veces que cogimos, me di cuenta que le gustaba el sexo rudo, pues me pedía que la nalgueara o le jalará el pelo mientras cogíamos. No era la primer chica que me pedía algo similar, pues creo que a muchas les gusta coger asi, pero Diana rápidamente me fue pidiendo más rudeza. Al mismo tiempo, también las cosas que me decía durante el sexo, también se fueron haciendo más sucias, pero siempre dirigidas a hacerme saber que ella haría lo que yo quisiera. Obviamente no es una queja, me encantó darme cuenta que Diana era tan intensa en el sexo, pero apenas empezaba a conocerla.
Tampoco tardo mucho en contarme algunas de sus fantasias, como estar amarrada mientras se la cogián, ser violada con mucha violencia o incluso ser humillada y tratada como una cosa mientras se la cogen duro. En este punto, si puedo decir que me sorprendió un poco, pues no había conocido a nadie con esas ideas. Pero estaba dispuesto a experimentar con ella todas esas cosas raras que me platicaba. Además, Diana siempre me gusto mucho, en ese entonces ella tenía 22 años y yo 24, su piel es morena clara, chaparrita, nalgona, piernuda, tetas promedio pero duras y una cara muy linda. Incluso como usa lentes, da la impresión de ser una chica sana e inocente, pero dentro de ella hay unos pensamientos bastante oscuros y más adelante les contaré sobre eso.
De las primeras cosas que hicimos, además de las nalgadas y de jalar su cabello, fueron juegos de roles, donde yo supuestamente la violaba y ella lo disfrutaba mucho. Cada vez me pedía que fuera más violento y realista, aunque en mi vida diaria nunca lo he sido, trataba de ser agresivo. Parecía que para Diana nunca era suficiente, queria un trato más humillante, golpes reales y que la amarrara, pero aunque conseguí cuerdas y trataba de ser rudo, para ella no era suficiente. Cada vez, ella decía que lo disfrutaba mucho, pero que podía tratar de ser más violento y que no me preocupara por ella. Así pasaron algunos meses, hasta que un dia ella hablo conmigo y fue mucho muy directa con lo que buscaba en nuestra relación.
Decía que estaba enamorada de mi, pero que no podía ser una novia “normal” porque necesita un poco más de intensidad conmigo en la cama. Se abrió conmigo por primera vez sobre cosas muy personales que le contaba a nadie. Me platico que de chavita, uno de sus tíos la violó varias veces cuando se emborrachaba y que era muy rudo. El tipo le daba asco, pero descubrió que se excitaba mucho cuando le pegaban y la trataban mal. Ella misma me dijo que a lo mejor yo pensaría que estaba loca, enferma o que tenía problemas existenciales, pero que era algo que no podía evitar sentir. Aunque yo no le había preguntado nunca sobre sus relaciones anteriores, me platico que directamente nunca le había dicho a nadie sobre sus gustos. Pero que con el novio que más había durado, era un tipo que la trataba muy mal y que la golpeaba, aunque él, nunca supo que a ella le gustaba eso. Incluso, dice que ella trató de alejarse de él, porque le daba pena que cuando algunas personas la llegaron a ver golpeada, le dijeran que el tipo era un abusador y que lo dejara.
Dice que en ese entonces, se sentía confundida porque le daba mucha pena que la vieran con golpes, pero algo adentro de ella, la hacia sentirse atraída por el tipo. Aún no lo entendía y fue algo que nunca le dijo a nadie, pero siempre era ella la que lo terminaba buscando porque llegaba el momento que sentía la necesidad de sentirse maltratada. Incluso dice que ella lo hacía enojar a propósito para que el se portara mal con ella y le pegara, pues su forma de pedirle perdón, era cogiendosela despues de pegarle. Francamente, yo no podía entender muy bien que a una mujer le gustara el maltrato y que alguien le pegara, si pensaba que estaba un poco mal de la cabeza. Pero para mi, era muy difícil portarme como un abusador real y menos con alguien a la que en verdad queria y me gustaba tanto. Creo que mi instinto era protegerla, hacerla sentir bien y ser el caballero que te enseñan que debes ser con una mujer.
Entonces ella me dijo que si en alguien confiaba era en mi, que sabia que aunque abusara de ella o la golpeara, nunca sería para lastimarla realmente. Me propuso que lo intentaramos, que tratara de ser malo con ella y que no me preocupara de que me dejara de querer, porque no lo haría. Dijo que hiciera con ella cualquier cosa que la humillara o que le doliera y que estuviera tranquilo porque ella sabía que no la mataría. Que ni siquiera creía que pudiera romperle un hueso, mucho menos apuñalarla o algo así de grave, pero que no me tentará el corazón para lastimarla física o emocionalmente. Al final de esa platica me dijo algo más o menos así. “Mírame como a la chica que le puedas hacer lo que sea sin que te deje de amar. Puedes hacerme esas cosas que a lo mejor, ninguna otra chica en tu vida, va a permitir que le hagas y encima de todo, me va a gustar”.
Por alguna razón, esa platica con Diana me excito, pero estábamos en la casa de sus papás donde aun vivía. En medio de besos y un poco de cachondeo, se me ocurrió preguntarle si queria que fueramos a un hotel. Entonces ella me miro a los ojos y me dijo. “¿En qué quedamos? No me preguntes, soy tuya, soy una cosa que puedes usar y tirar cuando quieras. Así tratame, si eso quieres, solo hazlo y ya. Que no te importe lo que pienso o lo que quiero yo, solo te debe importar lo que tu quieras hacer conmigo”. Era algo nuevo para mi y difícil de hacer al principio, pues era como llevar los anteriores juegos de roles que hacíamos a nuestra vida diaria. Incluso puedo decir que me daba un poco de pena, pero queria intentarlo y la jale para llevarla a un hotel.
En esa ocasión, todavía necesitaba acostumbrarme al acuerdo que teníamos, pero trate de ser rudo y según yo, despiadado, aunque ahora me doy risa. La baje del coche a empujones y la avante a la cama, ahora la bajo a madrazos, cachetadas, jalones de pelos, insultos y la aviento pero al piso a la hija de puta jajaja. Le dije que se encuerara y se pusiera a cuatro patas porque queria meterle la verga en su pinche panocha usada. Ahora ella sabe que si no se encuera antes que yo y se pone en cuatro abriendo su culo para reventárselo, le caigo a putazos y patadas en las piernas o la panza. Aunque muchas veces la cabrona se hace pendeja y tarda a propósito para que le sus madrazos antes de culiarmela.
Todavía recuerdo que se la estaba metiendo en la panocha y dándole nalgadas lo más duro que podía, cuando se me ocurrió meterle un par de dedos en el culo. Lo hacía suavemente porque nunca habíamos hecho sexo anal y se me ocurrió preguntarle si no le molestaba y ella me dijo. “¿Otra vez? ¿En que quedamos? Ya deja de preocuparte de lo que siento o si quiero o no quiero, solo hazme lo que tu quieras y ya. Aunque llore o grite, incluso aunque te diga que ya no quiero y me jaloneé o me retuerza, tu solo hazlo. Entiende que yo no importo, eso me gusta, me excita mucho”. Es inevitable ponerse cachondo cuando una chica te dice eso, a pesar de tu educación o creencias, pero aun así, ahora se muy bien, que fui demasiado suave con ella. Como ya estaba excitado, le metia la verga con fuerza en la panocha y al mismo tiempo el par de dedos por su culo. Aunque ya no le pregunte nada y mis dedos se los metia hasta que chocaban con su ano los otros dedos que tenia doblados.
Luego de hacerlo de esa manera, le saque la verga de la panocha y se la clavé por el culo, aunque no muy fuerte, pues a pesar de lo que dijera Diana, no queria lastimarla. Ella si grito un poco cuando se la comence a enterar, pero me decia que no me detuviera y me pedía que la lastimara. Una vez que tenía toda adentro sujete su cabello y la empecé a jalar con fuerza y ella no paraba de pedirme que le pegara. Los primero golpes que le di, eran con la mano abierta a un costado de ella, como nalgadas pero en la cintura. Ella se ponía mas cachonda y me decía que no dejara de usarla y que por favor la insultara. Mientras le decía los pocos insultos que se me ocurrían, me pidió que le pegara en la cara. Por primera vez, le jale fuerte el cabello girando su cara y con la mano que tenía libre le di una cachetada. Cuando sintió esa cachetada, Diana literalmente se arqueo lo más que podía levantado su culo y empujándolo contra mi verga que seguía entrando en su culo. Me pidió que no dejara de pegarle y que lo hiciera más duro, pero aunque podía, no lo hice con todas mis fuerzas, porque podía ver su mejilla muy roja por la cachetada que le había dado primero.
No voy a negar que al principio es un sentimiento extraño, estar excitado y al mismo tiempo querer complacer a tu pareja golpeándola como si no te importara. Pero Diana se ponía mucho más excitada conforme le pegaba, era la primera vez que era así de violento el sexo entre nosotros. Como dije antes, ahora me doy risa, pues ya conozco los límites de Diana y estaba mucho muy lejos de ellos. Sin embargo, fue una buena forma de comenzar para mi, pues no queria lastimarla de mas, pero al mismo tiempo, queria complacerla. Me vine con enormes chorros como nunca me habia venido antes, llegaron hasta su cabeza y gran parte callo en su cabello. También termine cansado, pues coger y golpear a alguien al mismo tiempo, requiera más esfuerzo del que parece. Diana estaba feliz, me abrazo con su cara roja de las cachetadas que le di y después de muchos “te amo, te amo, te amo”, me dijo que sabia que podia hacerlo y que sabía que cada vez podia ser mas rudo con ella.
Yo ya sabía que no debía hacerlo, pero le pregunté si estaba bien y ella en esa ocasión me respondió bien, sin reclamar por haberle preguntado. Me dijo que había sido riquísimo y que estaba mejor que nunca, pero que ya no le preguntara mas sobre como estaba, que si algun dia la lastimaba, ella me diría cuando estuviéramos tranquilos. La plática fue como una continuación de la explicación que me había dado antes de irnos al hotel, de lo que esperaba de nuestra relación. Diana dijo que nunca había disfrutado tanto como en esos momentos, porque por primera vez, ella había pedido que la golpearan en lugar de coger para perdonar que antes le hubieran pegado. No se si me explico bien, a ella le había gustado que la golpeara durante la cogida porque ya estaba segura que eso queria. A diferencia de su exnovio golpeador, porque ella aun no aceptaba que eso le gustaba. Así que primero lo molestaba para que le pegara y despues el tipo se la cogia para que ella lo perdonara. Había diferencia en que conmigo, yo lo hacía para darle placer al mismo tiempo que me la cogia.
Yo aun no entendia como queria que la tratara cuando no estuviéramos cogiendo, no sabia si ella solo queria que fuera rudo en la cama o también en la calle. Pero durante la plática, ella me lo contesto sin que yo le preguntara. Me dijo que podía tratarla así cuando yo quisiera, frente a otras personas o incluso frente a sus papás porque a ella ya no le importaba lo que dijeran. Ya sin estar excitados, ella se mantenía con las mismas ideas. Citando sus palabras me dijo algo así.
“Puedes ser como siempre eres conmigo y tratarme bien cuando quieras o si te da pena que alguien vea que me tratas mal, por ejemplo cuando estemos con tus papás. Pero siempre que puedas o se te antoje, no dejes de tratarme como una porquería, como basura, como algo sin valor sin que te interese lo que sienta, eso me pone muy cachonda. Puedes hacer conmigo lo que quieras, donde quieras y cuando quieras. Por ejemplo, si quieres insultarme o pegarme en la calle solo hazlo, o si me quieres coger, cogeme, si quieres que me encuere dime y lo hago, no importa si estamos a solas o no, me vale madres quien nos vea. En serio mi amor, desde ahora tu y solo tu eres mi dueño y yo solo voy a existir para complacerte, hasta puedes cogerte a otras y no te voy a decir nada. Yo solo te pido que nunca dejes a tu perra fiel que te ama”.
Durante más de un año y medio que duramos de novios, antes de casarnos, pudimos probar diferentes cosas en el ambiente BDSM. Incluso estar en comunidades que comparten gustos parecidos a los nuestros. Conocimos algunas parejas que disfrutan de cosas similares a nosotros. Por curiosidad, intercambie por unos dias a Diana con otro dueño, pero la verdad su perra, no estaba a la altura de Diana, ni físicamente, ni en su nivel de resistencia. Diana dice que a su dueño temporal era demasiado suave y no le hizo casi nada sexual mas allá de solo cogérsela. Aun así, dijo que le gusto sentirse prestada a otra persona y para ambos fue una buena experiencia. Nos hizo valorar lo que tenemos como pareja y darnos cuenta que somos el uno para el otro. También como dueño y esclava, ayudó a darnos cuenta que hemos crecido juntos al mismo ritmo y que estamos al mismo nivel.
Antes de los dos años de novios, nos casamos a pesar de que algunas personas, incluyendo los papas de Diana, me consideran una mala persona o incluso un abusador. Diana siempre me ha defendido y a sus papás, les tuvo que decir que no se metieran, porque que era ella, la que me pedía que la tratara así, aunque ellos hasta la fecha no lo creen. Obviamente, estar todo nuestro tiempo juntos y ya no tener que explicar algunos de los golpes que se le llegan a notar, nos ha permitido probar diferentes cosas. Pero siempre llegamos a la misma conclusión, sobre que, para nosotros todo debe tener intensiones sexuales para que lo disfrutemos más. Esto, no significa, que no disfrutemos que la humille en público o que deba cogérmela inmediatamente después de reprenderla por algo. Significa que si la castigo o humillo durante un paseo o mientras hacemos alguna actividad en la calle, llegamos muy excitados a la casa, donde entonces continua su castigo hasta terminar cogiendo.
Con el tiempo, fuimos aprendiendo más sobre este tipo de relaciones y encontramos que hay muchas personas como nosotros no solo en las comunidades de BDSM. Sin embargo, todos tienen diferentes gustos y niveles de intensidad en su relación sadomasoquista. Hay quienes disfrutan sin sexo, solo con castigos y/o humillaciones, también quien disfrutan solo estando atados o encadenados. Pero a nosotros todo nos va mejor con sexo, sea lo que sea que estemos experimentando. Hay muchas cosas que nos gustan, pues hemos experimentado de todo un poco. Es un mundo muy amplio y con muchas variantes.
Actualmente, estamos experimentando con asfixia, pues a Diana le sobre excita que la ahorque con las manos o con un cinturón hasta que se marea o se desmaya, pero vamos con mucho cuidado. También nos hemos vuelto fanáticos de tatuajes simbólicos de nuestros gustos y ella ya tiene 8 tatuajes relacionados. Entre ellos y el que es su más grande orgullo, está el de mi marca que diseñamos juntos. Diana y yo, sabemos que estamos en un nivel bastante alto, por lo mismo, no interactuamos mucho con otras personas, pero tampoco lo descartamos. Aunque en todo este tiempo, solo hemos encontrado un hombre que realmente supo usar y abusar a Diana como se merece. Pero por desgracia vive en otra ciudad y no lo vemos muy seguido, pero hace ya como un año, mande a Diana prestada por una semana con el.
Ella tenía la obligación de llamarme todos los días y darme los detalles de los castigos y las cogidas que recibía de su dueño temporal. Era super excitante que me platicara los detalles por telefono y me terminaba masturbando mientras la escuchaba. Sobre todo, un dia que me platico que la hizo meterse a un baño público con el y que la orinó en la boca. Luego la hizo chupar los meados del piso y le embarro la cara en una parte donde había tierra. La hizo verse en el espejo, dice que tenía manchas como de lodo en un lado de la cara, además de su ropa toda orinada y le dijo que así, meada y sucia la iba a llevar a pasear. Salieron y se fueron a dar una vuelta a un centro comercial, donde el la llevaba abrazada, pero que le daba una cachetada cada vez que ella levantaba la vista. Luego la dejo afuera de un restaurante, mientras el comía tranquilamente adentro. Y para terminar esa tarde, llegaron a la casa de su dueño, el se la cogio, se vino en su boca y la mandó a dormir al piso desnuda y con un plug de metal en el culo.
Diana me platicaba que se sintió muy excitada de caminar sucia por la plaza y que todo el tiempo sentía que le llegaría un orgasmo que al final no llegó. Aunque ese fue el unico dia que la saco a pasear, para ella fue muy excitante, los demás días fueron de cogidas y golpes dentro de la casa. Cuando regreso, estaba feliz y emocionada de haber experimentado humillaciones en la calle con alguien que no fuera yo. Mientras me platicaba de nuevo sobre cada dia que paso con ese dueño, me enseñaba los moretones que tenía por todo el cuerpo y obviamente me la termine cogiendo.
Pero como dije antes, no hay muchas personas con las que realmente nos complementemos y no estamos buscando, si llega alguien, pues bienvenido y si no, pues no nos hace falta. Entendemos que hay quien piense que es una locura o perversión y quienes tengan la curiosidad de experimentar. Solo les aconsejamos que, invariablemente sea de mutuo acuerdo, que se hablen con extrema franqueza sólo que esperan y quieren. En mi caso, Diana fue la que me dijo lo que queria y fue por ella que me enamore de este mundo del BDSM. Pero si eres hombre, puede que te sorprenda tu pareja cuando acceda a experimentar contigo, algo de esto, pero lo mejor es ir de lo suave a lo más fuerte.
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