Mi jefe me pide que me coja a su hermosa esposa en la oficina
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Era lunes por la tarde cuando estaba apunto de salir de la oficina, llego mi jefe con su hermosa esposa a la que nunca había visto en mi vida. Ella es una mujer elegante, guapa, de unos 40 años, pero con un cuerpo espectacular, casi de mi estatura con zapatillas puestas, era imposible para mi y otros compañeros no voltear a verla. Ella y mi jefe se encerraron en la oficina y yo contaba los minutos para salir corriendo a mi casa, pero justo faltando unos 10 minutos, mi jefe me llamo. Fui algo molesto, porque justo se le ocurría pedirme algo a pocos minutos de salir, habiendo más de 15 empleados, ¿Porque a mi? pense yo. Entre un poco serio, pero con disposición a escuchar lo que queria de mi. El me dijo “¿Que tal tu dia Santiago? Mira, te presento a Luisa, mi esposa”. Yo salude educadamente, sin poder evitar mirar lo más discretamente posible su escote en los breves segundos de la presentación con ella. Inmediatamente después me dijo que necesitaba hablar conmigo unos minutos en cuanto terminara mi horario de salir y que por favor no me fuera.
Salí de la oficina un poco contrariado, por un lado, me preocupó que fuera un regaño o incluso que me fuera a correr, porque no soy precisamente el mejor empleado. Desde luego no iba a ser un aumento o un ascenso de puesto, pero ni modo, me toco quedarme y esperar los minutos que faltaban para saber que queria decirme. Cuando todos comenzaron a salir, me fui directamente a la oficina de mi jefe a hablar con el. Entre y me pidió que me sentara, me dijo que tenía algo personal que decirme y que podía ser algo muy delicado, por lo que me pedía mucha discrecion. Hasta este punto, no tenía ni la mas minima idea de lo que estaba por decirme, nunca había tenido ninguna clase de trato con él, como para tener asuntos personales que escuchar.
Primero y después de aclararme que era algo personal, me comenzó a interrogar sobre mi vida privada y fue algo un poco incomodo. Que si me sentía bien en mi trabajo, que si seguía casado, que cual era el tipo de relacion con mi esposa, que alguna vez le había sido infiel, que si me consideraba saludable y cosas así. Por un momento pensé que al viejo se le habían ido las cabras al monte y creo que su esposa se dio cuenta que estaba un poco sorprendido. Ella intervino y me dijo que no me preocupara, que solo era una charla entre amigos y ella me preguntó, “¿Qué piensas de las relaciones liberales? ¿Te parece algo malo?”. Creo que me puse nervioso, por un lado la belleza de mujer preguntando eso y por otro, que en realidad, siempre había llevado una vida bastante ordinaria. No supe que responder, lo único que se me ocurrió decir, es que era algo normal y que cada persona era libre de decidir su forma de vivir.
Entonces mi Jefe que por cierto, se llama Alonso, me dijo que si alguna vez había tenido una experiencia liberal de cualquier tipo. Cuando le respondí que no, él y su esposa se miraron entre ellos como si no me creyeran. Alonso me pregunto que si algun dia habia deseado o fantaseado con experimentar algo así, algo fuera de lo común. Mi respuesta fue que era obvio que si, pero que mi esposa no era una persona abierta a fantasías. Entonces Alonso fue más directo y me dijo “¿Que te pareceria hacer una fantasia con mi esposa? ¿No te gusta? Nosotros somos un matrimonio liberal, con gusto por invitar a otras personas a participar con nosotros”. Mi respuesta inmediata fue que si, que era muy guapa, pero le pregunte ¿porque conmigo? ¿Porque yo y no alguien más? La respuesta de mi jefe fue muy franca y me dijo que porque por mis resultados, estaba pensando en correrme. Así, si yo decía algo, me corria y todos me tomarían a loco si decía algo, pero que si sabía ser discreto, no solo estaría asegurando mi trabajo, además podría disfrutar ocasionalmente de su esposa.
Para ser honesto, pensé que me estaba agarrando de pendejo y se lo pregunte, como respuesta, su rica esposa miró por la ventana de la oficina para asegurarse que ya estuviéramos solos y se sacó las tetas. Yo entendí que iba en serio, pero le pregunte a Alonso, como era la cosa, porque yo no entendía y le aclaré que yo no le hacía con hombres. Eso les hizo cierta gracia, pero para mi era algo serio, no queria que conservar mi trabajo, aguantar que mi jefe me anduviera tocando o queriendo algo más. Luisa se me acercó con sus ricas tetas de fuera y las puso en mi cara mientras mi jefe me decía que para nada, que solo era para que yo estuviera con ella. Inmediatamente que Luisa me puso las tetas en la cara, Alonso me dijo que con toda la confianza podía hacer de todo con su esposa, que no tuviera pena.
Mi verga se puso dura, pero realmente no sabia que hacer con tan rica mujer, pues ni en mis mejores fantasías hubiera soñado con disfrutar a alguien como ella. Yo soy un hombre promedio, 1.68, moreno, con poca panza, pero algo hay, no entendía cómo funcionaba su relación, pero me puso cachondo sentir esas tetas en mi cara. Yo seguía sentado y Luisa se agacho un poco y me beso en la boca para luego decirme que no fuera tímido y que le hiciera lo que quisiera. Me animé a chuparle sus tetas y mientras yo estaba entretenido, Alonso salió de la oficina para asegurarse que ya no hubiera nadie. Mientras estuvimos solos, Luisa me dijo que no me preocupara por Alonso y que la disfrutara con confianza y que no me limitara, porque ambos estaban acostumbrados.
Cuando regreso Alonso yo y Luisa estábamos de pie en medio de ricos besos en la boca mientras ella sacaba mi verga del pantalón para acariciarla. Alonso me pregunto si ya estaba más en confianza y le respondí que si, pero que aun me daba un poco de pena. Aunque tenía la verga dura, si me causaba conflicto que mi jefe estuviera mirando mientras me besaba con su esposa y ella me quitaba la ropa. Luego ella me jalo hacia un sofá que tiene mi jefe en la oficina y se sentó poniéndome a mí de frente a ella para que pudiera chupar mi verga. Su boca era sumamente suave, era una experta comparada con mi esposa que se la pasa quejandose cuando me la chupa. Pero Alonso estaba a unos pasos mirando y preguntándole a su mujer si le estaba gustando.
Cuando Alonso se sacó la verga para masturbarse, algo me pasó que mi verga se comenzó a poner aguada aun con las mamadas de Luisa. Me da pena hasta escribirlo, pero esa es la verdad, algo me paso que se me bajo lo cachondo, aunque si queria disfrutar de una mujer como Luisa. Obviamente ella se dio cuenta y se esforzaba por ponermela dura, mientras yo pensaba “¡Dios, no me hagas esto! No ahora por favor, no con ella”. Pero resulta que entre más piensas en que no puedes fallar, más trabajo te cuesta que funcione. Pero unos minutos después, Luisa le dijo a Alonso “Amor ¿y si nos dejas solos un rato para que Santiago agarre confianza?”.
Alonso lo tomo de buena manera, me dio animo y me dijo que estuviera tranquilo, al mismo tiempo que se acomodaba la ropa y dejaba un par de condones en su escritorio. Apenas salió de la oficina, Luisa me volvio a chupar la verga, pero esta vez, aprovechando que la tenia aguada, se la metía completa y trataba de meterse mis huevos al mismo tiempo. Eso era increíblemente rico y mi verga por fin reacciono de nuevo, en poco tiempo, ya no le cabía completa en la boca a Luisa. En un momento de respiro, Luisa me dijo “Yo sabía que si podías, solo te pone nervioso Alonso ¿Verdad? No te preocupes, sabe la clase de puta que soy y tu tambien lo vas a saber, en serio, hazme lo que quieras, eso que no haces con tu esposa, lo puedes hacer conmigo.” Nuevamente siguió chupando mi verga, pero ahora si que me estaba funcionando y bastante bien.
Un poco después ella se quitó la blusa, el brasier y la falda, creo que no llevaba tanga porque no vi que se la quitara, me pregunto si se dejaba las zapatillas y le respondí que como ella quisiera. Me dijo que me quitara toda la ropa y me encuere lo más rápido que pude. Ella me dijo que me la cogiera y tome un condón mientras ella se ponía de perrito en el sofa. Juro que tiene el culo mas hermoso que me he comido, sus nalgas son perfectas y suaves como piel de bebé. Ya con el condon puesto puse mi verga en su panocha y trate de empujársela. Para mi desgracia, nuevamente se me estaba bajando lo duro, no podía creerlo, estaba con la mujer mas hermosa con la que he estado en mi vida y mi amigo me estaba traicionando.
Era lo más catastrófico que me podía pasar, no estaba rindiendo en el momento que más lo necesitaba y nunca me habia pasado eso. Me comence a poner nervioso de que no se me parara y menos podía conseguirlo. Luisa nuevamente se dio cuenta y se sentó frente a mi, jalo mi verga aguada un poco y me pregunto “Ya no está Alonso aquí, ¿Estás muy nervioso? ¿Cuando fue la última vez que le pusiste el cuerno a tu esposa?”. Yo fui honesto y le dije que si estaba nervioso y que ya tenia como 8 años de la última vez y entonces ella me pregunto “Obvio con tu esposa no usas condones, ¿verdad? y con la chica que la engañaste, ¿Usaste condon?”. Igualmente le fui honesto y le dije que no, porque era una ex novia con la que me reencontré y pues nos teníamos confianza. Ella busco con la mirada a Alonso pero no se veía cerca y me dijo “Cogeme sin condón, pero dejalo en tu mano por si viene Alonso, no vea que me lo estas haciendo sin nada porque no le gusta. Si viene me la sacas y haces como si te lo quitarás y ya no me la vuelvas a meter, ¿ok?”.
Yo no podía creer que ella me pidiera que cogieramos sin condón, ni sabía si eso funcionaria, pero después de unas pocas chupadas, mi verga reacciono. Esta vez me pregunto como queria que se pusiera y le dije que igual de perrito, se acomodo y esta vez si le entro mi verga. Ya no se me bajo, al contrario, me puso bien cachondo saber y sentir que me estaba cogiendo a pelo a esa hermosa mujer. Ella comenzó a gemir y me preguntaba si me gustaba asi. Yo le respondía que sí, que mucho y agregue decirle que estaba buenísima. Le di verga de perrito por un rato, luego le pedí que se acostara boca arriba y me puse sobre ella. Comencé a darle duro mientras le levantaba las piernas, pero aunque ella estaba gimiendo y claramente muy cachonda, miraba hacia afuera como cuidando que no entrara Alonso.
Asi estando de frente a ella, me decía en voz baja, casi al oído “¿Te gusta meterme la verga sin nada? A mi me encanta sentirte adentró y saber que me vas a llenar con tu semen, ¿Te gusta? Alonso nunca va a saber que me los echaste adentro, pero tu y yo si…” Ya con voz más alta, me decía “Dame duro, me encanta que me cojan muy duro, usame como tu puta”. La verdad es que solo escucharla me estaba provocando que casi me viniera, pero trate de aguantar más. Entonces me pidió que me apurara a venirme para que no nos fuera a ganar Alonso y me apure lo mas que pude. La cosa es que después de que no se me paraba, ahora ya no podía venirme, hubiera podido cogerme a Luisa por horas, pero me esforcé y por fin me vine dentro de ella.
Deje ir hasta la última gota de leche dentro de Luisa, mientras ella me decia que sabia que necesitaba solo un poco de motivación. También me recalco que no le fuera a comentar nada a Alonso de que lo habíamos hecho sin condon. Ya más tranquilos, me dijo que envolviera en condón en papel y le dijera a Alonso que yo me lo llevaría para tirarlo afuera de la oficina. Nos vestimos y Alonso no entraba, asi que salimos a buscarlo. Lo encontramos tomando un café en la pequeña cafetería que tenemos casi donde esta la salida al elevador y nos pregunto ¿cómo la habíamos pasado? Fue Luisa la que se adelanto a decir que había sido delicioso y que seguramente ya no me daría pena para la siguiente vez. Alonso me abrazo de lado y me pregunto que me había parecido su mujer y que no me preocupara por mi trabajo, pero que no abusara.
Yo le dije a Alonso que su esposa era preciosa y que trataría de mejorar en mi trabajo, pero el me dijo que le bastaba con que no empeorara. Luego tuvimos una platica ya mas relajados, yo con un vaso con agua y Luisa con un café como su esposo. Me explicaron que tienen tiempo invitando singles, que ahora se que no necesariamente se refieren a solteros, más bien a hombres solos para estar con ella. Pero que nunca habían tenido la experiencia de que ella tuviera un amante en la empresa y se les hacía excitante. La verdad no pregunte mucho, más bien trate de entender lo que ellos me explicaban, pero estaba entendiendo que yo no era el único que se cogia a tan guapa mujer.
La verdad se me hacía y aun se me hace increible que alguien quiera compartir a una mujer tan guapa como Luisa, pero pensé que a lo mejor era cosa de los ricos que se terminan aburriendo. Después de un rato platicando, nos fuimos de ahi, cada quien por su lado y mientras me iba a la casa pensé que nunca me volverían a invitar porque había quedado mal. Pero unos 15 dias despues, volvio a ir Luisa y Alonso me pidió que me quedara y volvimos a coger. Esa segunda vez todo salió perfecto aun con Alonso mirando todo, pero esa vez si usamos condón. En esa segunda ocasión, Alonso me dijo que podía ver a Luisa a solas si algun dia ella me invitaba, pero que dependía solo de ella y que si le podía dar mi numero de telefono. Me aclaró que sería sumamente discreta y acepte que se lo diera, pero francamente pensé que nunca me llamaría ella para vernos a solas.
Ya iban como 5 veces que me había cogido a Luisa en la oficina con Alonso presente, incluso en todas menos la primera, me había quedado a ver como Alonso se la cogia despues que yo. Entonces una tarde que apenas había llegado a mi casa, me escribió Luisa por Whatsapp diciéndome literal (Aun tengo los mensajes) “Señor Santiago, le escribe la señora Luisa, la esposa del ingeniero Alonso, disculpe, pero su teléfono se quedo sin pila y me dice mi esposo que si pudiera regresar a la oficina para que le entregue el proyecto que dejó pendiente, por que le urge entregarlo mañana temprano. Por favor confirme si puede y en que tiempo llega”
Me sentí muy nervioso y le dije a mi esposa que necesita regresar a entregar el proyecto, respondí el mensaje y le dije que llegaría a la oficina en unos 30 minutos. Me volví a arreglar y salí corriendo, esperaba que estuvieran Alonso y Luisa, pero cuando llegue, solo estaba Luisa en su coche. Me dijo que me subiera, me pregunto si no había tenido problemas por el mensaje y que si tenía tiempo para estar con ella un par de horas. Le dije que sí y le pregunté por Alonso, me dijo que él tenía un compromiso y que a ella la había dejado plantada un amigo, asi que penso en llamarme a mi. Arrancó y nos fuimos rumbo a un motel, pero yo llevaba muy poco dinero, pero no le dije nada. Cuando entramos a una de las habitaciones, ella sacó de su bolso un par de billetes de $500 para que pagara. Le dije casi por educación, sabiendo que a lo mejor no me alcanzaba, que no podía permitirlo y que yo pagaba. Pero ella me dijo que no, que era caro y que no me preocupara, que agarrara su dinero.
¡Guau! $900 por 3 horas, tenia años que no entraba a uno, pero se me hizo carísimo, que bueno que ella insistió en pagar, porque no me hubiera alcanzado. Entramos a la habitación y comenzamos a besarnos, por primera vez solos desde el dia que la conocí, aunque en aquella ocasión Alonso estaba cerca. Nos tiramos a la cama y nos desnudamos tratando de no dejar de besarnos. También era la primera vez que estábamos en una cama y no en un sofá, así era mucho más cómodo. Yo comencé a chupar su rica cuquita, pero ella me pidio que hicieramos un 69 y nos acomodamos con ella sobre mi. Un poco despues me pidio que ya me la cogiera y le levanté a tomar un condón que había visto en un mueble de la habitación. Luisa me dijo “¿Que haces? No está Alonso, deja eso y ven a cogerme”. Regrese a la cama y me puse sobre ella, puse mi verga en su cuca y se la deje ir.
Si antes había sido delicioso coger con Luisa, coger con ella a solas era lo mas rico que me había pasado en la vida. Cuando Alonso está presente, Luisa es muy caliente y habla mucho diciendo que me la coja duro, que la use como a mi puta y cosas asi, pero estando solos, es el doble de caliente. Yo me la cogía con las piernas en mis hombros y ella no paraba de decirme que le destrozara la pucha y que se la dejará bien llena con mi semen. Luego se me monto encima y me cabalgo mientras me hacía que le chupara las tetas, igualmente no paraba de decir que le encantaba la verga y que queria irse llena de mi semen. La verdad parecía que le excitaba más que cogieramos sin condón, era como mas cachonda, aunque a lo mejor es que se deja llevar más estando a solas.
Cogimos en varias posiciones, hasta que me vine dentro ella al mismo tiempo que me abrazaba y me enterraba un poco sus uñas. Luego se disculpó por enterrarlas y me reviso que no tuviera marcar para que mi esposa no se diera cuenta. Platicamos un poco sobre su amigo que la dejo plantada y era otro hombre casado, pero que se le había pegado su esposa y no pudo ir a verla. Si me hizo sentir como segunda opción, pero con lo rico que coge, no importaba si era la cuarta o quinta, con tal de disfrutarla. Entonces comenzamos a cachondear para volver a coger, pero apenas estábamos empezando cuando la llamo Alonso y ella le explico que estaba conmigo porque la había dejado plantada. Solo hablo con el unos minutos y colgó para volver a cachondear bien rico y otras vez coger.
Estuvimos las 3 horas en el motel y cogimos 3 veces, fue mucho mas rico que cuando esta su esposo mirando. Luego ella me regreso a la oficina donde había dejado mi coche y nos despedimos con ricos besos en la boca afuera de la oficina. Llegue a casa todo cansado y con la cara de garnacha de mi esposa porque le había apagado el celular. Pero había valido la pena de sobra, finalmente era trabajo y se tuvo que aguantar. Después de esa vez a solas con Luisa, Alonso la ha llevado otras 3 veces, pero no la he vuelto a ver a solas, ojala que pronto tenga la oportunidad de nuevo.
Quería compartir esta historia, porque la verdad, es lo único emocionante que me ha pasado en la vida. También porque aunque yo pensé que esas parejas liberales, eran casos extremadamente raros, leyendo las historias, veo que no lo son tanto y tuve suerte de que me eligieron a mí. Lo que aun no puedo descubrir, porque no conozco a nadie mas asi, es si, ¿es común que la mujer acepté coger sin condon con alguien que prácticamente no conoce? Yo supongo que no, porque ella lo hace cuando su marido no se da cuenta y no se, si solo es conmigo o también con otros hombres y es algo que me preocupa un poco. Obviamente no quiero pegarle una enfermedad a mi esposa, pero con alguien tan hermosa como Luisa, es imposible decir que no.
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