Soy maduro y me cogi a mi vecinita de prepa después de que nos mirábamos desnudos por la ventana
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Hace poco mas de un año, comence a dejar la ventana de mi recamara abierta a propósito para que la hija de mis vecinos me viera desnudo. La morrita esta por salir de la prepa y esta bien chula la chamaca, pero también es bien cachonda, comenzamos un juego de mirarnos desnudos o haciendo otras cosas y ya me la cogi. Mi nombre es Patricio, aunque todos me dicen Pato, soy de la Ciudad de México, casado con 3 hijos y tengo 42 años. Vivimos en un pequeño fraccionamiento de apenas 20 casas idénticas, pero invertidas, en una sola calle. Por el tipo de construcción, las habitaciones principales dan a los patios y tienen una ventana larga del piso al techo, que da de frente con la ventana de la habitación principal de la casa de a lado. No se porque la morra, que se llama Berenice, tiene esa habitación y sus papás, deben tener otra más pequeña. El caso es que por accidente, en una ocasión salí de bañarme y la ventana de mi recamara (la que obvio, comparto con mi esposa) estaba abierta. Acostumbro secarme dentro del baño y salir en pelotas mientras tomo la ropa del closet y me visto.
Francamente, nunca acostumbre estar de mirón por la ventana a ver que hacen o no los vecinos. Pero ese dia, mientras estaba desnudo escogiendo mi ropa, sentí una mirada y al voltear a la ventana, estaba la morrita. Por unos segundos después de que voltee, ella se quedó mirándome y después cerró su cortina. Lo tomé como un accidente cualquiera y no le di importancia, lo maximo que podia pasar, es que me dijera algo el vecino sobre que no anduviera desnudo con la ventana abierta. Pero aunque los saludo, en casi 8 años viviendo aquí, nunca he platicado nada con nadie de su familia. Además que, cada quien anda en su casa como mejor le parezca, si no quieren ver a alguien desnudo, que no volteen y listo.
Pero unos días después, precisamente antes de bañarme (Siempre me baño a la misma hora), me asomé a verificar que la ventana estuviera cerrada. Me sorprendió que nuevamente estaba la morrita recargada en su ventana, según mirando su celular, pero pude notar que miraba hacia mi ventana discretamente. Como no estaba seguro de que estuviera espiándome, de puro castre, deje la ventana abierta y nuevamente. Al salir de bañarme desnudo, ella seguía en su ventana. Igualmente seguía con su celular y yo, a propósito, hice todo lentamente para que la morra tarde o temprano se diera cuenta que yo estaba desnudo. Por unos momentos, ella se quitaba de la ventana, pero luego luego regresaba y volvía a hacer como que miraba su celular. No esperaba, ni buscaba nada, simplemente lo estaba haciendo para molestar a la mocosa y ver que hacía. Recuerdo que pensé que a lo mejor, solo tenia curiosidad de ver a un hombre mayor desnudo, digo, no soy un modelo, aunque hago ejercicio, los años no pasan en vano.
Al dia siguiente, no la vi en la ventana y hasta pensé que ya se le había pasado la curiosidad a la chamaca. Pero al tercer dia, me lleve una sorpresa. Sali de bañarme y mi ventana estaba cerrada, termine de vestirme y fui a abrir nuevamente la ventana. ¡Madres! Ahora era ella la que estaba sin ropa y con la ventana abierta. No estaba pegada a la ventana, estaba según ella, buscando o acomodando su ropa en el closet, pero pude ver que discretamente volteaba hacia mi ventana, como mirando a ver si ya me habia dado cuenta. ¡No mames! ¡Que rica esta la pinche chamaca! Flaquita, pero culoncita, con unas tetas no tan grandes pero unos pezones deliciosos. Me quedé mirándola por varios minutos, hasta que se ve que le hablaron sus papás, pues corrió a ponerse ropa y les gritó “Voy”.
Así comenzó un juego que se fue volviendo bastante perverso entre ella y yo, que lleva meses de suceder. Aunque los primeros días después de que la vi desnuda, ni ella, ni yo, nos mirábamos descaradamente, todos los días, cada uno, se paseaba desnudo por su cuarto. Aunque sí hubo un par de veces, que ella no estaba en su ventana, al día siguiente, aparecía ella nuevamente. Ya era una obviedad que ambos lo hacíamos a propósito y que nos veiamos uno al otro, pero ambos lo hacíamos como si fuera accidental. Incluso llegó a quedarse con su uniforme de la escuela hasta que me vio aparecer y se desnudó en cuanto yo aparecía en la ventana, casi como si me hiciera un estriptis. Todo se estaba volviendo bastante cachondo pero solo de ventana a ventana, ni siquiera cruzando palabras. Me resultaba incomodo saludar a cualquiera de su familia y si era ella con la que me cruzaba, ni siquiera nos mirábamos y mucho menos nos saludamos.
Discretamente fui sacando informacion de mi hija mas chica, quien más o menos conocía a la morrita, asi me entere que se llama Berenice y que al parecer tenía 18 años. Creo que después de unas 3 o 4 semanas desde que comenzamos con el jugueteo, paso algo diferente que rompió mucho más el hielo. Ese dia me habia desnudado y me paseaba como los otros días esperando verla en su ventana. Entonces en lugar de Berenice, apareció su mamá y por casi nada me ve, me tuve que poner rápidamente atrás de las cortinas. Berenice estaba atrás de su mamá mirando hacia mi ventana como queriendo avisarme. Me quedé espiando por un lado de la cortina y vi que su mamá se fue casi de inmediato. Entonces apareció Berenice mirando directamente hacia mi ventana y yo salí de atrás de mi cortina. Por primera vez nos vimos directamente, yo estaba desnudo y ella con su uniforme. Se sonrío conmigo y sacudió una de sus manos como diciendo “Por poco te ve mi mamá”.
Berenice sin alejarse de la ventana y sin dejar de ver hacia mí, se quitó el uniforme hasta que se quedó desnuda por completo frente a mi. Entonces giró lentamente para dejarme admirar todo su cuerpo incluyendo su delicioso culito, al final del giro se sonrío extremadamente coqueta. Para ese momento se me había parado la verga, creo que durante todos los días anteriores, no me había visto excitado. Lo único que se me ocurrió, fue jalarme un poco la verga para que ella viera. Ella se mordió un labio recorrió sus labios suavemente con su lengua como si se le antojara. Cuando vi su reacción, de plano me empecé a masturbar y ella comenzó a hacer lo mismo sobando su panochita con una de sus manos. Era una situación bastante cachonda, considerando que no hablábamos y que estábamos como a 5 metros de distancia uno del otro. Me masturbe hasta que me vine y ella todavía se masturbo un poco mas hasta que me dijo adios con la mano y cerró sus cortinas.
Todo eso ya era toda una locura, mis 3 hijos son mayores que esta morrita, pero como resistirse a jueguitos cachondos como esos. Aunque a final de cuentas, todo era a distancia, sin tocarnos, sin ni siquiera hablarnos. Aunque podríamos hablar y escucharnos, creo que ninguno lo hacía tanto por juego, como para no arriesgarnos a que nos escucharan, pues en estas casas todo se escucha. Pero un día escribió en una hoja de su libreta y me la aventó echa bolita. Era como una presentación, decia algo mas o menos asi: “Hola papi, me gusta verte ¿y a ti te gusta verme? ¿Puedes masturbarte y echarlos en el cristal? Quiero ver como escurren.” Yo le escribí en la misma hoja saludandola como Berenice para que supiera que sabia su nombre y le puse que si, que ella me pidiera lo que quisiera y yo lo haría para ella, al final le puse que yo era Pato.
Me comence a masturbar para ella mientras ella tambien se masturbaba, ese dia fue la primera vez que jalo una silla y se sentó de frente a la ventana con su piernas bien abiertas para tambien masturbarse. Como lo prometí, me vine echando toda mi leche en la ventana y vi como ella se masturbaba más intensamente. Luego de unos minutos mas, ella se levanto, me envio un beso y cerró sus cortinas. En los siguientes días nos mandamos papeles con algunas cosas escritas sobre lo que queríamos ver el uno del otro. Yo pensando que aun era una chamaca, solo le pedia que se vistiera con lo mas sexy que tuviera y luego se desnudara. Ella lo que más me pedía, era que me viniera en el cristal, pero un dia me pidio que me viniera en la hoja y se la devolviera. Se me hizo algo mucho más fuerte de lo que hubiera imaginado, pero lo hice. Cuando recibió la hoja, la muy cabrona olio la bolita de papel y luego la extendió y pasó su lengua ligeramente sobre ella. No es que recogiera mi leche, fue como haciéndome ver que la había probado. Yo me masturbaba mirando lo que ella hacía, pero por un momento se me perdió de vista.
Cuando regresó lo hizo con un bote de desodorante o algo asi y se sentó en la silla que siempre ponía frente a la ventana y se lo metió en la panocha. Bueno, era obvio que virgen no era, pero nunca la había visto metiéndose algo. El caso es que se masturbo con el tubo de desodorante y al mismo tiempo tenía la hoja que le mande con mi leche embarrandola por sus tetas y su estómago. Yo me vine antes de que ella dejara de masturbarse y mientras ella terminaba le escribí en una hoja pidiéndole su teléfono otra vez. Ya anteriormente se lo había pedido y no me lo quiso dar. Cuando terminó le avente la hoja y me la devolvió con su número de teléfono pidiéndome que solo le escribiera por Whatsapp. En ese mismo momento le escribí y comenzamos una plática que duró varias horas y que la tuve que continuar desde mi trabajo.
Hablamos de todo, supongo que por todo lo que ya habíamos hecho frente a la ventana, nos tuvimos mucha confianza desde el inicio. Me pregunto sobre mi esposa, que porque no estaba a la hora que nos mirabamos, sobre si era fiel y algunas cosas de mi trabajo. Yo le pregunté sobre sus novios, sobre su primera vez y que si le gustaban los hombres mayores. También le insistí en que, cuando nos veíamos para hacer algo más que solo vernos, pero no queria. En los siguientes días, seguimos con los juegos donde ya se masturbaba con el mismo bote de desodorante que usaba de consolador. Cada vez era mas atrevida para meterselo, pues las primeras veces se lo metia suave, pero ye en confianza comenzó a metérselo completo, hasta que se dejaba de ver en dentro de su panocha. Solo un par de veces más me pidió nuevamente que me viniera en la hoja para devolvérsela con mi leche y básicamente lo usaba para embarrárselo por el cuerpo mientras se masturbaba.
La verdad es que ya me traia loco la chamaca, porque nada mas me calentaba y no queria aflojar a algo real. Verla salir a su escuela o encontrármela afuera de su casa, se me hacía insoportable porque realmente deseaba agarrarla de su cinturita y plantarle unos besotes. Pero como todos los días nos escribíamos, yo no dejaba de insistirle en vernos, a veces me pedía que le dijera lo que le iba a hacer y ella terminaba bien cachonda, pero nada que aflojaba. Hasta que por fin un día acepto que nos vieramos y quedamos que ella no iría a la escuela. Pase a recogerla afuera de un parque muy conocido en la zona y por primera vez, después de saludarnos con un beso en la mejilla hablamos de frente a frente. Lo primero que me dijo es que le daba mucha pena, porque no era igual hacer lo que hacíamos sin hablar, que estar tan cerca. Le propuse irnos a un motel, pero decía que le daba miedo porque nunca había cogido con un hombre mayor que ella. Sin embargo me dijo que ya había cogido con 4 chicos diferentes, pero todos de su edad, pues eran compañeros de su escuela. Para convencerla, le dije que podíamos solo hacer lo mismo que hacíamos en nuestras ventanas, pero mucho mas cerca y que si no queria nada, que no iba a pasar nada.
Finalmente aceptó y nos fuimos a un motel cercano, yo parecía adolescente todo emocionado. Ya en el hotel, creo que ambos estábamos nerviosos. Yo por estar a solas con una morrita tan hermosa y que era mi vecina y ella por estar con un hombre maduro y casado. Pero comenzamos a jugar como lo hacíamos en las ventanas y las cosas se fueron relajando. Nos desnudamos uno frente al otro, yo me masturbe mirando como se masturbaba ella solo con sus manos. Mientras lo estábamos haciendo, los dos nos fuimos pidiendo pequeñas cosas como que ella se abriera de piernas todo lo que pudiera y ella me pidió que echara mi leche en el espejo que esta a un lado de la cama. Esteve muy tentado a pedirle que me dejara acariciarla y a lo mejor cuando estaba mas cachonda me hubiera dicho que si, pero preferí no incomodarla. Asi, si no pasaba nada, en otra ocasión, aceptaría volver a ir conmigo a un motel y tarde o temprano pasaría. Cada uno hizo lo que el otro pidió y se me hizo muy cachondo que ella cuando yo los eche en el espejo, se acercara y los oliera. Supongo que no olían a nada, pero solo verla cerca de mi semen y ponerse mas cachonda, ya era bastante excitante.
Luego nos acostamos los dos desnudos en la cama y platicamos un rato. Durante la plática me dijo que nunca había estado tan cerca de un hombre mayor que estuviera desnudo, pero que se sentía muy cachonda. Le dije que deberíamos acariciarnos nuestros cuerpo y que si ella no queria, que no pasaria nada. Me dijo que no queria porque no se iba a aguantar las ganas y que tampoco queria que despues, todo cambiara entre nosotros. Le propuse un trato, le dije que ella me acariciara a mi, sin que yo la tocara y que después dependiendo de cómo se sentía, me dejara tocar solo una parte de ella, la que eligiera. Total que termino aceptando y me quede asi acostado bocarriba mientras ella me acariciaba. Comenzó pasando sus manos por mi pecho, mis brazos y mis piernas mientras me decia que parecia un oso por tanto vello, pero que eso le gustaba mucho. Lentamente se ánimo a agarrar mis huevos y verga que obviamente tenía muy dura, no era como si me masturbara, mas bien me parecía curiosidad de ella. Luego me pidió que me girara y quedara bocabajo y recorrió mi espalda con sus manos. Acariciaba mis brazos, mis nalgas, mis piernas y hasta mis pies, realmente sus pequeñas manos se sentían delicioso y por leves momentos, podía sentir que ella pasaba una de sus manos por su panochita.
Cuando termino de acariciarme, le pregunte que parte de su cuerpo me dejaría tocar y me dije que la que yo quisiera. Le insistí que el trato era que ella debía elegir, pero le aclare que como solo me tocaba acariciar una parte, que debía dejar que hiciera lo que quisiera con esa parte. Le dio risa y me dijo tramposo, pero al final aceptó, lo pensó brevemente y me dijo que entonces podía tocar sus pies aunque dijo que era cosquilluda. A lo mejor pensando que no podría hacer mucho con ellos. Comencé a darle un suave masaje a sus pequeños pies con mis manos, pero después los comence a besar y luego a chupar. Ella se comenzó a poner cachonda, pero claramente estaba tratando de aguantarse. Yo metia sus dedos a la boca y con mi lengua recorría desde sus dedos hasta su talón y regresaba a chupar otra vez sus dedos. Ella estaba acostada, con los ojos cerrados y podía sentir como ligeramente movía su pelvis como si lo disfrutara. Entonces en algún momento se llevó sus dos manos a la cara y dijo: “¡No inventes! ya me tienes bien cachonda… ¿Que pedo conmigo?”. Cuando dijo eso, baje un poco sus pies y los puse alrededor de mi verga y me hice una chaqueta con ellos.
Solo me masturbe un poco con sus pies, porque me di cuenta que no se excitaba tanto como cuando se los chupaba, asi que volvi a hacerlo. Entonces ella de plano se comenzó a masturbar mientras yo seguía recorriendo sus pies con mi boca y lengua. Lo hice como media hora durante la que ella se masturbo y creo que si tuvo dos o al menos un orgasmo. Antes de dejar sus lindos pies en paz, me masturbe sin dejar de besarlos y cuando me vine lo hice sobre ellos. Finalmente, no paso nada mas que esos juegos, pero para mi había sido más que suficiente para comprobar que Berenice en verdad era muy cachonda y que aunque tenia miedo, si queria que pasara mas. Salimos del motel y la lleve hasta cerca de la casa, yo ya casi tenia que entrar a trabajar, asi que mate un rato el tiempo y me fui muy emocionado al trabajo.
Al día siguiente mientras estábamos en la ventana, me escribió que había sido increíble lo que habíamos hecho y que me agradecia por no cogérmela. Incluso me dijo que si yo hubiera querido, ella hubiera aceptado, pero que a lo mejor no se hubiera quedado tan emocionada y contenta como estaba. Tuvimos una sesion de masturbacion ventana a ventana, pero la convencí de irnos de nuevo al motel la semana siguiente. Para no hacerles cansada mi historia, les diré que fuimos 4 veces más al mismo motel, sin que pasara nada mas que juegos similares. Aunque cada vez ella me dejaba tocar una parte diferente de su cuerpo y yo siempre la termine haciendo que se pudiera cachonda. Creo que el que mas disfrute, fue cuando me dijo que tocara su culo y después de un masaje con mis manos y chupadas suaves a sus nalgas, le termine mamando su ano. También puse mi verga entre sus nalgas, con ella bocabajo y mi verga llego a rozar muchas veces su panochita. Si hubiera querido, con solo poner mi verga mas en su hoyo de la panocha, me la hubiera podido coger, pero no tenía prisa. Me bastaba con ver lo cachonda que se ponía y ver como embarraba mi leche con sus manos cuando me vine en sus nalgas.
La primera cogida llegó hasta la sexta vez que fuimos al motel y ella misma me pidió por favor que ya me la cogiera. Toda la paciencia había valido la pena, pues no me cogi a una morra a medias ganas o con miedo. Realmente vi a Berenice pidiéndome que me la cogiera duro y teniendo un orgasmo antes de que yo me viniera. Berenice es super cachonda, le encanta mamar verga hasta sacarme la leche y ya comenzó a tragársela. Aunque en realidad, me confeso que ella tenía una especie de fetiche con el semen, pues desde que comenzó a tener relaciones con sus novios, le gustaba olerlo y embárralo en su cuerpo. También le gusta que probemos diferentes posiciones o que hagamos juegos de roles donde fantasea que esta en su casa y yo me meto a escondidas a cogermela. También hemos intentado el sexo anal, pero le duele mucho, aunque ella si quiere experimentarlo, aun no esta preparada.
Desde entonces hemos cogido muchas veces, aunque no es tan seguido como me gustaría, porque por estar faltando a la escuela, comenzó a tener problemas en su casa. Nuestro ritual de masturbacion por las ventanas aun sigue, aunque ya llevamos varios sustos donde casi nos atrapan. Cuando nos vemos fuera de las casas o en la calle y va con su familia, seguimos sin ni siquiera saludarnos. Pero hay un par de cosas que no me gustan mucho. Por ejemplo que se pone celosa de mi esposa, cuando es obvio que tengo sexo con ella en las noches. Pero me ha reclamado que puede escuchar los pinches gemidos de mi vieja. Tampoco me gusta que a veces me deja golosinas en mi coche y mi esposa y mis hijos ya se han dado cuenta. Por último y lo que mas me preocupa, es que mi hijo el de enmedio, varias veces ha hecho comentarios de que nuestra vecinita berenice se está poniendo cada vez mas buena. Mi hijo es solo 2 años mayor que Berenice, pues tiene 20 y veo que le está entrando demasiado interés por ella.
Pues esta es mi historia y queria compartirla sobre todo porque no se lo he contado absolutamente a nadie. No considero a Berenice mi amante, aunque frecuentemente nos vamos a coger. Si las cosas fueran diferentes, no dudaría en dejar todo por tener una relación formal con ella. Pero entiendo que por la diferencia de edades, yo para ella solo soy una experiencia y tarde o temprano, buscará algo serio con chicos más cercanos a su edad. También dejar en claro que aunque se ve y es muy morrita, al ser mayor de edad, no pasaría de reclamos de su familia. Pero seria muy incomodo al vivir lado a lado y al ser casas propias, no es como solo irse a vivir a otro lado.
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