Me cogí a mi prima con nuestros papas al otro lado de la ventana
1,060 Lecturas
Vengo de una familia numerosa que acostumbra hacer reuniones para festejar cualquier cosa y entre los primos tenemos mucha convivencia incluso fuera de esas reuniones. Entre mis muchas primas, aunque yo tengo 22 siempre me lleve mucho mejor con Camila que ahorita tiene 18. Por alguna razón siempre tenia que cuidar a la enana (así le digo de cariño) y no me molestaba, en realidad me gustaba estar con ella mas que con cualquier otro primo o prima.
El pasado diciembre a pesar de la pandemia en navidad solo nos reunimos con sus papás y los únicos primos que estuvimos juntos fueron mi hermana Liz, Rubí (la hermana de Camila) y yo (David). El festejo fue con normalidad aunque con muchos menos familiares que otros años. Ya pasadas las 12 de la noche me salí al jardín de la casa de mis tíos y al poco rato salió Camila a platicar conmigo.
Tenia algo de tiempo que no estábamos a solas y la platica no tardo en tocar temas sexuales. Ella me pregunto por mi novia y yo le pregunte por su novio. Entre desmadre le pregunte si ya había cogido con el y con un poco de pena me respondió que si. Nos fuimos calentando con la platica y en algún momento me insinuó que si yo hubiera querido, yo hubiera sido el primero en cogérsela.
No se realmente como fue, pero de momento yo le estaba acariciando las piernas y lo hacia hasta rosar sus calzones aprovechando que llevaba una falda corta. Ocasionalmente teníamos que voltear hacia adentro de la casa para ver que no nos cacharan mis tío, mis papas o las chamacas aunque ellas estaban muy clavadas jugando en la switch.
De platicar sobre nuestras experiencias sexuales pasamos a decirnos cosas cachondas y comencé a acariciar su panochita ya directamente por debajo de su calzoncito. Su panocha se puso bien mojada y mis dedos resbalaban fácilmente hasta un poco adentro de ella. La enana mientras la estaba dedeando me decía que tenia muchas ganas de coger conmigo y me reclamaba por no haber sido yo el primero en cogérmela.
No podíamos descuidarnos mucho y volteábamos a cada rato para ver que fueran a salir nuestros papás, pero se veían muy entretenidos en su desmadre. Camila me saco la verga del pantalón y francamente yo estaba mas temeroso que ella, por un momento le dije que no porque nos podían ver. No era lo mismo que yo metiera mi mano por debajo de su falda que ella sacarme la verga del pantalón pues yo tardaría mucho mas en esconderla si alguien salía.
Yo no podía dejar de voltear hacia la casa y me daba miedo que pudieran vernos por la ventana pero Camila me dijo que con la ventana cerrada no se veía nada desde adentro hacia afuera en la noche. Al principio solo nos estábamos masturbando pero de pronto Camila se empino a chupármela y que buenas mamadas da la pinche enana. Aunque al estar sentados cuando ella se empino ya no podía seguir dedeando la panochita de Camila pero a ella no le importo y prefirió chupármela.
De pronto mi mamá entro a la cocina y es donde esta la puerta para salir al patio y me asuste y jale a Camila para que dejara de chupármela. Fue justo a tiempo porque mi mamá se asomo y nos pregunto, “¿que hacen niños? entren que les va a hacer daño estar afuera”. Yo le respondí que estábamos platicando y que preferíamos estar afuera porque adentro nos aburríamos. Mi mamá solo dijo que no nos desveláramos mucho y se volvió a meter a la sala donde estaban todos.
En cuanto mi mamá se metió, Camila me dio un beso en la boca, aunque no era la primera vez que la besaba, este beso me supo mucho mas rico porque no fue jugando como cuando éramos mas chicos. Ella me dijo que me la sacara de nuevo y otra vez se empino a chupármela al mismo tiempo que me preguntaba si me estaba gustando.
Mi verga ya no aguantaba mas las suaves chupadas de Camila y le dije que me iba a venir pero ella no se quito y cuando no aguante mas solté toda mi leche dentro de su boca. Camila succionaba como quisiera sacar cada gota y mientras yo pensaba que al quitarse iba a escupir toda pero ni madres, se la trago.
Los dos estábamos bien calientes y queríamos coger, pero nos daba mucho temor que nos cacharan. Seguimos fajando discretamente, yo dedeando su panochita mientras ella me acariciaba la verga hasta que de nuevo me la puso dura. Mientras nos masturbábamos mutuamente ella me pregunto si queria cogérmela y le dije que si. De nuevo me dijo que de noche no se veía nada hacia afuera y que me la podía coger en un rincón del patio a un costado de la ventana de la sala donde estaban todos.
Los dos no aguantábamos las ganas y nos levantamos pero antes de pasarnos al rincón que Camila sugirió entramos a la casa según por refresco pero en realidad fue para estar seguros que estaban entretenidos. Todos estaban en lo suyo echando desmadre y ni se enteraron que entramos a tomar refresco. En cuanto salimos dejamos los vasos en el piso y nos pusimos a un costado de la ventana.
Como Camila tenia puesta una faldita fue bien fácil, ella se recargo en el muro de la casa y yo me puse atrás de ella, ambos estando de pie. Acomode mi verga en la entrada de su panocha y se la deje ir poco a poco. Mientras le empujaba la verga podía ver a mis papas y mis tíos atreves de la ventana y eso me ponía nervioso pero en verdad desde adentro no podían vernos.
Camila empujaba su culito rico contra mi mientras estaba de puntitas y yo atrás de ella abriendo las piernas para quedar a su altura. Ninguno hacia ruido pero de vez en cuando Camila no podía evitar dar algunos pequeños gemidos. Creo que llego un momento que nos olvidamos que nuestros papas estaban adentro a solo un cristal de distancia.
Cuando Camila estaba mas cachonda me decía en voz muy bajita que porque había tardado tanto en cogérmela y que yo hubiera podido ser el primero. También me decía que ya no pensaba soltarme y que me acostumbrara a verla mas seguido para irnos a coger. No se que tiempo estuvimos cogiendo, pero no cambiamos de posición porque así era la forma mas rápida de acomodarnos la ropa en caso de que alguien saliera. Por fortuna no fue necesario y cogimos por un buen rato hasta que no aguante mas y me vine adentro de ella.
Después de que me vine, Camila se giro para quedar de frente y nos besamos varias veces antes de volver a sentarnos en donde estábamos al principio. Yo le decía que me gustaba mucho y ella que todavía tenia ganas de que me la siguiera cogiendo pero que nos podían cachar. También me confeso que desde que recuerda queria que yo fuera el primero pero que nunca le insinué nada y a ella le daba miedo que la rechazara por ser mi prima y mas chica que yo.
También le pregunte si no había problema por haberme venido adentro y la cabrona me engaño diciendo que si había problema porque no se cuidaba. Me dijo que si quedaba embarazada diría que la viole y que haría que mis tíos me obligaran a casarme con ella. Después se carcajeo y me dijo que no me preocupara, que aunque no se estaba cuidando le había terminado la regla un día antes y era poco probable embarazarse.
Hasta casi una hora después de que habíamos terminado de coger, volvió a salir mi mamá para decirnos que ya nos metiéramos. Terminamos la noche como cualquier par de primos.
Un par de días después nos hablamos por teléfono y nos quedamos hasta muy tarde calentándonos uno al otro diciendo lo que nos gustaría hacernos. No podíamos vernos porque ni mis papás ni los suyos nos dejaban salir, pero durante varios días hicimos llamadas nocturnas para platicarnos todo sobre nuestras fantasías y calentarnos con ellas.
Paso casi un mes para que pudiéramos vernos y nos fuimos derechito a un motel a ponerle como dios manda. Las llamadas cachondas nos dieron mucha confianza el uno al otro. No fue como cuando recién comienzas a coger con alguien y no sabes bien que le gusta y que no. Con Camila fue como si supiéramos todo del otro y sabíamos muy bien hasta donde podíamos llegar.
Nunca con ninguna otra chica me había sentido tan libre de experimentar como con Camila. Yo sabia sus fantasías, lo que le gustaba y lo que no, fue algo hermoso y extremadamente cachondo. Además con las ganas que nos traíamos, no solo nos comimos a besos, hicimos todo lo que se nos ocurrió. Nos chupamos por todos lados, incluso hicimos una especie de 69 pero chupando nuestros pies y eso nos puso bien cachondos.
Después seguimos con el 69 normal y después chupándonos nuestros culos. Cogimos en un chingo de posiciones y tratamos de hacerlo anal pero le dolía, eso tuvo que esperar para varias ocasiones después. Finalmente después de vernos por 4 meses pude ser el primero en estrenar su culito.
Ya tenemos 7 meses saliendo casi como novios, aunque ella aun sigue con el que conocen sus papás y yo ahorita no tengo novia. Pero si por nosotros fuera lo haríamos formal, lastima que primero nos matan antes de dejarnos tener una relación romántica. Pero el gusto de coger cada que podemos no nos lo queta nadie y mientras se pueda seguiremos cogiendo.
Califica esta historia:
Comentarios recientes