Comenzamos haciendo yoga y terminamos teniendo sexo lésbico
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Mi nombre es Verónica y soy una chica de Coahuila de 23 años, soltera y estudiando mi carrera de nutrición. Me considero una chica normal en cuanto a mi estilo de vida y físicamente atractiva. Nunca he tenido problema para tener novios guapos, pero desde hace algunos años me di cuenta que me siento muy atraída por algunas chicas, sobre todo cuando se arreglan como para fiestas. pero finalmente nunca sentí que fuera algo tan importante o especial.
Hace unos dos años acepte ser novia de un chico muy lindo que se llama Michell y quien es actualmente mi novio. El tiene muchas amigas de las que al inicio me ponía un poco celosa. Con el tiempo me ha demostrado que es fiel que solo busca estar conmigo. Puedo decir que es el mejor novio que he tenido, no tanto por lo guapo (aunque si es guapo), mas bien por lo atento, cariñoso y fiel.
Poco después de comenzamos a retomar actividades por el confinamiento, nos volvimos a ver para salir a pequeñas reuniones y fue que comencé a tener una mejor amistad con una de sus amigas que se llama Alessia. Ella es una chica de mi edad que trabaja en la misma oficina que Michell. Es muy simpática, bromista y físicamente bastante atractiva. Tiene cabello castaño, ojos color miel, con facciones muy finas y mas o menos de mi estatura (1.70 mts).
Alessia sale con uno de los jefes de Michell y de ella, el señor es casado y con mucho dinero, lo que me hacia pensar que ella únicamente salía con el por interés laboral. Aunque la familia de Alessia es de buen nivel económico, suponía que ella queria tener alguna ayuda para abrirse paso en su trabajo. Finalmente no era asunto mío, pero no me cabía en la cabeza que una chica tan guapa saliera con un hombre casado.
Mi amistad con Alessia fue creciendo poco a poco y comenzamos a vernos solo ella y yo para hacer cosas juntas como ir de compras o ver películas aprovechando que vivimos a solo unos 10 minutos en coche. En noviembre pasado comenzamos a vernos por las mañanas en su casa para hacer yoga juntas y se volvió una rutina que conservamos hasta ahora.
Pero mi vida dio un cambio radical en marzo, cuando durante una de las rutinas de yoga que yo domino, Alessia no conseguía hacerla y la estaba ayudando. La postura se llama “Cuervo” y consiste en sostener todo tu cuerpo únicamente sobre tus brazos colocando las piernas recogidas por arriba de los codos. Para que Alessia pudiera mantener el equilibrio, yo la sostenía de las caderas y le explicaba como colocar sus piernas.
En uno de los intentos se fue hacia adelante y yo tratando de evitar que se callera terminamos por irnos las dos de frente. Como ella tenia los brazos bajo su cuerpo, giro su cabeza para evitar golpearse la cara y yo caí completamente sobre ella, pero al quedar sus rodillas recogidas su culo quedo levantado y era lo que me sostenía.
Nos dio muchísima risa, pues en los segundos que tarde en quitarme de encima, ella lejos de quejarse por el golpe dijo “huy! que rico!” sin poderse mover hasta que me quite. Literalmente nos tumbamos en el piso a las grandes carcajadas y cuando pudo hablar lo primero que dijo fue. “Wey! si me querías coger, mejor dime y evitamos el maltrato”, lo que genero mas risas.
Cuando pude hablar y aun en el piso una junto a la otra, le respondí con cierta inocencia, pero a la vez con la verdad. “Pues de que quiero, pues si quiero, pero na’ mas no te dejas”. Ella se puso de lado casi sobre mi y mirándome a los ojos me dijo “¿quien te dijo que no me dejo?”. Ninguna dijo nada mas, solo nos miramos una a la otra por unos segundos y nuestras bocas se juntaron en el beso mas delicioso de mi vida.
Su cabello caía sobre mi cara y sus labios se abrían solo lo justo para que nuestras lenguas se acariciaran. El olor de su piel y su cabello me hicieron sentir como millones de mariposas revoloteando en mi estomago y no queria que el beso terminara. Podía sentir sus bubis sobre una de las mías mientras sin dejar de besarnos con una de sus manos acaricio mi mejilla. Fue algo super tierno y al mismo super cachondo.
Para mi fue el primer beso con una chica y estaba sorprendía con todo lo que sentí solo con un beso. Alessia me jalo de la mano para que levantara y la siguiera. Corrimos a su recamara y nos encerramos con seguro, no dijimos nada, solo nos volvimos a besar recargadas en la puerta. Como pudimos nos quitamos la ropa tratando de no dejar de besarnos, parecía como si ninguna quisiera que dejar de besarnos por un segundo ocasionara que nos arrepintiéramos.
Seguimos de pie estando las dos desnudas, yo la tenia recargada en su puerta y mis bubis y las de Alessia se juntaban mientras nos besábamos. Fui yo la que comencé a besar el cuello de ella, estaba hipnotizada por su delicioso olor y lo suave de su piel. Mis manos ya acariciaban sus grandes bubis mientras besaba su cuello y ella acariciaba mi cabello metiendo sus manos por mi nuca.
No recuerdo como llegue a poner uno de sus pezones en mi boca, pero si recuerdo que me sabia delicioso y que sentía electricidad recorriendo mi cuerpo solo por el placer de tenerlo en mi boca. Alessia me jalo a su cama y ahora yo quede sobre ella, me enfoque en saborear sus bubis por cada rincón que podía. Mi lengua busco la parte de abajo de una de sus tetas y pude sentir un sabor diferente pero igual de sabroso. Creo que era la combinación de lo dulce de su piel con el ligero sabor amargo de su sudor.
Ella fue abriendo sus piernas y yo me fui acomodando entre ellas, podía sentir mi cuca frotando su piel y es lo mas delicioso que he experimentado. No se puede comparar con estar con ningún hombre, la suave piel de Alessia era como masturbarme con algodones.
Poco a poco mis besos o mas bien chupadas bajaron por el estomago duro de Alessia y me seguí de largo hasta llegar a su húmeda cuca. No pude evitar respirar profundo tratando de oler su entrepierna. Estaba completamente rasurada y tenia un rico olor a desodorante, pero al mismo tiempo olía ligeramente a lo que a veces huele la verga de un hombre, pero mucho menos intenso.
Cuando Alessia levanto sus rodillas abriendo aun mas sus piernas, mi cara estaba a nada de tocar su cuca. Me di un segundo para admirar lo hermoso de su vagina antes de acercar mi boca para saborearla. Puedo jurar que apenas di cuatro o cinco chupadas profundas, cuando Alessia se retorció arqueando su espalda hacia atrás y sentí sus contracciones.
No me dejo seguir chupando su cuca, me jalo para que nos besáramos y acomodamos nuestras piernas entrelazadas de modo que nuestras vaginas quedaran los mas juntas posibles. Fue hasta ese momento que Alessia dijo las únicas palabras desde que entramos en su recamara. “Me encantas, me encantas! me vuelves loca… Dios! estas arruinando mi vida sexual! ya nunca me van a gustar de nuevo los hombres!” Y nos volvimos a besar tan profundamente como puede ser posible.
Después de un rato de besarnos y frotar nuestros cuerpos, Alessia me comenzó a jalar de los muslos para hacerme mas hacia arriba. Al principio se quedo chupando mis tetas y lo hacia de una forma que nadie lo había hecho antes. Pero después me volvió a jalar de los muslos para que siguiera subiendo mas hacia arriba.
Al principio no entendí muy bien lo que queria, pero ella se hico mas hacia abajo hasta que busco quedar justo abajo de mis piernas abiertas. Su boca comenzó a chupar mi cuca y el placer llego como su fuera un rio desbordado. Yo no queria dejar caer mi peso sobre su cara para no lastimarla o ahogarla, pero ella me jalaba de los muslos para que lo hiciera.
En algún momento que me tenia super cachonda, me comencé a mover como si me masturbara con su cara mientras ella me ayudaba jalando y empujando mis muslos con sus manos. Entonces no puede contenerme mas y sentí como me llegaba un orgasmo increíble. Era electricidad recorriendo mi cuerpo a toda velocidad y mi cuca palpitaba sintiendo la lengua y hasta los dientes de Alessia.
Quise quitarme porque me dio una sensación como de querer orinar, mientras estaba a mitad de mi orgasmo, pero Alessia no me dejo. Literalmente se colgó de mis muslos para no dejar que me quitara y con mas fuerza me chupaba. Me llego un orgasmo como nunca había tenido y realmente las piernas me temblaban mientras Alessia seguía chupándome la cuca. Hubiera querido quitarme pero Alessia no me dejaba y la verdad es que mi orgasmo no terminaba.
Un poco después nos volvimos a acostar en la cama pero ahora de lado y seguimos cachondeando mas suavemente mientras platicamos. Estábamos sorprendidas, pues era la primera experiencia lésbica de las dos y fue algo increíble. Nos seguimos besando mientras estábamos abrazadas aun desnudas y diciendo que nos volveríamos lesbianas. Alessia decía que sus papas la matarían si supieran que cogió con una mujer pero con gusto lo volvería a hacer conmigo.
A mi no me preocupaba que mi familia o la gente se enterara, pero si que Michell supiera que le fui infiel y con su amiga. Pero me gusto tanto lo que paso con Alessia que si me pregunte durante muchos días, si en verdad valía la pena seguir con mi novio o dejarlo para experimentar con Alessia o con otras chicas.
Siempre tuve la sensación de que algunas chicas me gustaban, pero hasta el día que estuve con Alessia me di cuenta que me gustan incluso mas que los hombres. Sobre todo porque una vez que probé las delicias de una chica, ya no puedo ver a algunas mujeres y preguntarme como seria acostarme con ellas.
Hasta la fecha sigo de novia con Michell, pero también a escondidas con Alessia. Definitivamente disfruto mucho mas con Alessia que con Michell y mas después de las siguientes veces que lo hicimos. Fuimos experimentando muchas otras cosas y cada una mas deliciosa que la anterior. Si Alessia aceptara tener conmigo una relación seria, con gusto dejaba a Michell para estar solo con ella.
Pues esta es la historia de como confirme que me gustan mas las mujeres. Puede que para algunas chicas les sea mas fácil de lo que me fue a mi encontrar la chica ideal para hacerlo. Pero me gusto que todo surgió de forma natural y que para las dos fue la primera vez con otra mujer.
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